“Desarrollamos proyectos icónicos que rompen con lo establecido”

Esa declaración, que funciona como manifiesto de la marca, fue el punto de partida para trazar los ejes discursivos y visuales de la nueva identidad. Una marca que no solo representa a una desarrolladora, sino a un universo. Una familia. Un equipo de personas apasionadas que comparten una misma visión: construir con alma y dejar un legado.

El proyecto de identidad buscó expresar esa visión con contundencia, coherencia y sensibilidad. Se trabajó sobre un sistema visual sólido y versátil que refuerza el posicionamiento de la marca y acompaña su expansión nacional e internacional. El logotipo fue rediseñado para transmitir fuerza y sofisticación, con una tipografía especialmente seleccionada que evoca estructura, carácter y dinamismo.

La paleta cromática retoma el plateado como elemento central, signo de distinción y pertenencia en el imaginario PRIDE, acompañado por un sistema gráfico que organiza y jerarquiza contenidos con claridad. Cada elemento del sistema fue pensado para adaptarse a múltiples plataformas y canales, permitiendo una implementación consistente tanto en el plano digital como en el físico.

Pero el rediseño no fue solo visual: implicó un trabajo estratégico de relectura de los valores de marca, del tono comunicacional y del modo en que PRIDE se vincula con su comunidad. La identidad debía dar cuenta de un presente sólido, pero sobre todo proyectar un futuro lleno de posibilidades.

El manual de marca desarrollado establece las bases para un uso coherente del sistema en todas sus dimensiones: institucional, comercial, editorial y experiencial. Se contemplaron múltiples aplicaciones —desde señalética de obra y documentación interna hasta eventos, redes sociales y piezas audiovisuales— con el objetivo de fortalecer el universo PRIDE sin perder su esencia cercana y emocional.

Este nuevo diseño de identidad no busca imponer una imagen, sino potenciar una voz que ya estaba presente. Una voz que construye, que celebra, que convoca. Una marca que transforma espacios y también vínculos. Que no sólo habla de metros cuadrados, sino de sueños, de comunidad, de legado.

La nueva identidad de PRIDE DEVELOPER es una herramienta viva, flexible y potente. Acompaña una práctica comprometida con el hacer, el detalle y la visión estratégica. Y proyecta con claridad todo lo que representa ser parte del universo PRIDE: pertenencia, innovación y futuro compartido.