El Museo de Arquitectura y Diseño de la Ciudad de Buenos Aires fue sede, durante cinco jornadas, de uno de los encuentros internacionales más relevantes del año. La cita, organizada por la Oficina Sur Sur para la Cooperación de las Naciones Unidas, congregó a referentes globales de distintos sectores para reflexionar sobre nuevas formas de colaboración, desarrollo e intercambio entre países del hemisferio sur. El evento formó parte del programa de acciones satélite impulsado por la oficina regional, y se diseñó con el objetivo de generar un espacio de diálogo transversal, federal y participativo.
Nuestro equipo tuvo a su cargo la organización y producción completa de este evento satélite, desplegando una estrategia integral que permitió resolver todas las necesidades técnicas, espaciales y operativas del encuentro. El proyecto incluyó la puesta en valor del espacio del MARQ, su adecuación para conferencias de gran escala, la recepción de autoridades internacionales, el diseño de recorridos y servicios para los asistentes y la coordinación general de una agenda de actividades que se extendió a lo largo de cinco días.
La arquitectura del evento fue pensada para acompañar la impronta institucional de la south south cooperation, poniendo en primer plano la diversidad de voces, la accesibilidad de contenidos y el valor simbólico de la sede elegida. Las tres salas principales del museo fueron adaptadas para funcionar como auditorios completamente equipados, con sistemas de sonido profesional, iluminación técnica, pantallas de proyección y cabinas de traducción simultánea. Esta infraestructura permitió que todas las intervenciones pudieran ser traducidas y compartidas con fluidez, abriendo el debate y facilitando el intercambio entre representantes de distintas culturas e idiomas.
El alcance internacional del evento exigió una coordinación precisa en cada una de las etapas de planificación. Nos encargamos de la gestión de invitados, tanto nacionales como extranjeros, incluyendo la organización del protocolo, las acreditaciones y la recepción. También diseñamos un dispositivo de seguridad adaptado a los requerimientos de los mandatarios y figuras destacadas que participaron de las jornadas. A su vez, se montaron carpas exteriores en los jardines del museo, donde se ofrecieron brunchs, cocktails y servicios de catering especialmente desarrollados para el encuentro.
La agenda de actividades incluyó conferencias magistrales, mesas redondas, paneles temáticos y momentos informales de networking. Estos espacios fueron pensados para potenciar los objetivos de la south south cooperation: fomentar la creación de redes horizontales, destacar experiencias locales con potencial de ser replicadas en otros contextos, y visibilizar estrategias innovadoras de desarrollo que surgen desde el sur global. El programa priorizó la participación de voces diversas, no solo desde lo geográfico, sino también desde el enfoque disciplinar y generacional.
Uno de los ejes centrales del encuentro fue reflexionar sobre el rol de la arquitectura, el diseño y la planificación urbana en la construcción de modelos de desarrollo más justos, inclusivos y sostenibles. En este sentido, el MARQ resultó ser un escenario simbólico ideal, tanto por su historia como por su carácter de museo abierto al debate contemporáneo sobre la ciudad, el patrimonio y la cultura del habitar. Las instalaciones se integraron de manera armónica con la propuesta conceptual del evento, permitiendo articular los contenidos con una experiencia espacial confortable y fluida.
La producción de este evento fue, también, una oportunidad para afianzar prácticas de trabajo colaborativo, donde cada detalle—desde el audio hasta la disposición del mobiliario—aportó a la experiencia global de quienes participaron. La lógica de la south south cooperation, basada en el intercambio entre iguales, en el reconocimiento de saberes situados y en la co-construcción de conocimiento, atravesó no solo los contenidos del evento sino también su forma de organización. Esa coherencia entre fondo y forma fue uno de los aspectos más valorados por los asistentes y por la oficina promotora.
Trabajar en este proyecto implicó diseñar un sistema integral que combinara excelencia técnica, sensibilidad institucional y comprensión profunda del espíritu que anima a la cooperación Sur-Sur. Cada uno de los elementos—la comunicación, la logística, la infraestructura, la curaduría del espacio y la coordinación de actividades—fue abordado con esa premisa en mente.
La experiencia dejó una huella significativa, tanto por su impacto en la comunidad internacional de actores vinculados a la cooperación, como por el desafío de producir un evento de esta magnitud en un espacio patrimonial adaptado para la ocasión. Fue una apuesta por mostrar que, desde el diseño y la gestión cultural, también se puede contribuir a fortalecer los lazos de la south south cooperation y a construir escenarios más igualitarios para el desarrollo global.
